Los vecinos del apartamento cuatro se compraron un gorila como mascota. Está en el patio que ambos compartimos y me mira. Al querer analizarlo, el gorila rompe la ventana al posar su garra sucia, haciendo un regadero de vidrios que rasgan las cortinas.

-Esto ya valió- pienso mientras tomo mi bolso del suelo y me coloco al revés mi chaqueta Cacharel azul.

El gorila se abre paso al interior de mi apartamento y destruye el escritorio con su peso, lanzando al aire papeles que, como confeti, celebran su estrepitosa entrada en casa ajena.

2 Comments:

  1. Jess Aguirre said...
    A mi me pasa pero con perros... (:
    Elena said...
    Yo solía soñar que se metían extraños en mi casa y en otra ocasión se me llenaba la casa de gatos. Me dijo un psicólogo que significaba que sentías invadida en tu espacio.
    Saludines.

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