Ya ni para desahogo me sirve la escribidera, es más, ya ni sé qué es eso. Traigo la mente agarabatada, engarabatada, garabatadísima, llena de garabatos, a garabato y garabato, garabateando, garabateadora, garabateante.
Lo más garabateadoramente desesperante es que son tantos los garabatos que no se pueden concretar en un garabato convencional, léase un pinchi post para el blog, un poema pedorro o aunque sea un acróstico de shit. Tanto garabato para desperdiciarlo en garabaterías.
Tampoco digo que el garabato sea digno de personificarse y mostrarse por todo este blog, pero de aquí a que alguien se ponga a definir dignidades, prefiero garabatear y refunfuñar garabatosamente por todo este problema garabatoso sin sentido.
...y a los tres días lo cierras y así...
...o sube videos de Tom Green...
No se crea, me gustó su post ☺...
Besirijillos.