Ayer entré a trabajar -otra vez
ahí- y todo por el cochino dinero. Una
mininada de dinero, que en realidad no alcanza pero, aunque sea
pa una
cheve. Ahora resulta que para ver al
Bob Dylan -de cerquita- en Monterrey hay que pagar
dosmil y garra.
Jajajaajaj jajajajj jjajj.