Nunca creí que mi familia (toda) perdiera los ánimos de celebrar una navidad, por los niños principalmente. La muerte, el abandono, la pena, el desgaste, el encierro… esta mezcla produjo una depresión colectiva. Hoy todos quieren dormir temprano, olvidar la fecha y esperar por el alivio.
Habrá personas que esta noche tendrán regalos de a montón y una cena llena de sonrisas a lo colágeno.
Feliz Navidá chavala, a ver que cenamos en año new one