Sobre un complejo sistema subterráneo, nos paramos en un campo abierto que bailaba entre la pradera y el desierto. Apareciste de golpe a mi lado y escuchamos a lo lejos el llamado de tu abuela, que desde nuestra ubicación se veía pequeña, en un lindo vestido morado oscuro. Agitaba su brazo y nosotros respondimos el gesto. Corrimos hacia ella, mientras nos esperaba bajo un naranjo. El sol era tibio.
1 Comment:
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- wally said...
18 de noviembre de 2008, 14:54que chidote!!! mi awelitaaaaaaaa. te amo chaparra hermosa.
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