Sucumben en tu diáfano pecho mis palabras rotas.
Interminable caigo en telaraña sin juicio;
hombre de cristales sucios.
Ronca en ventanas tímidas el suelo
de hemorragias vanas teñido.
Otoño venido a menos;
asalto al viento frágil de sueño fútil,
venenoso.
Etiquetas: letras
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Ando en la moda barroca.