Majalca

A falta de fotos sobre el fin de semana, he aquí una descripción:


El silencio burdo repta cautivo hacía el oído del más incauto, busca esconderse del sol vibrante que desnudo se baña en cielo extenso.
Al mar de rocas púrpuras se adhiere el musgo fluorescente que cubre las veredas de armonía sicodélica; la retina danza incrédula.
La luna salta y al unísono su conejo que, luego de unas horas, vigilará el campo abierto para terminar de cabeza al amanecer, con las orejas hacia el suelo.
Convergerán sol y luna por minutos, desajustarán el reloj que ni idea tiene de cómo gira el mundo, sin embargo persiste en un tic tac que ya es indecente, fuera de lugar.
En el bosque las veredas no existen hasta que se elige andar por ellas, los caminos se trazan al compás de los pasos ingenuos de quién nunca ha estado ahí.






... y me quedo corta.

2 Comments:

  1. wally said...
    sniff sniff, que chidori. a la otra voy yorsh.
    bieno said...
    ay que wonito el claroscuro

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