Si fuera a propósito no me dolería tanto, pero todo lo que deviene del proceso me resulta inquietante. Pierdo a las personas de un dìa para otro, aunque en la mayorìa de los casos "se ve venir". De pronto se me caen de la bolsa, se me pierden en una llamada, en una fiesta o en cualquier día de clases. Luego de un tiempo, veo sus nombres en línea o pasan cruzando una calle en el centro y me descontrola no saber qué hace que las cosas grandiosas que pasan entre las personas se olviden, hasta con empeño, con tal de no aceptar las culpas.
Por eso después, como si nada, las felicitaciones de cumpleaños derrochan sinsabores, entre tanto lost & found.

0 Comments:

Post a Comment



Entrada más reciente Inicio